Los programas basados en el método Waldorf pueden diferir según la geografía, la cultura, el tamaño del grupo, el rango de edad y el enfoque pedagógico individual. A pesar de estas diferencias, los programas Waldorf comparten ciertas características fundamentales:
- Interés amoroso y aceptación de cada niño.
- Oportunidades para el juego autoiniciado con materiales de juego sencillos como actividad esencial para los niños pequeños. Este es el “trabajo” del niño pequeño y le permite digerir y comprender sus experiencias.
- Conciencia de que los niños pequeños aprenden a través de la imitación, de la experiencia de diversas impresiones sensoriales y del movimiento. Su inclinación natural es explorar activamente su entorno físico y social. El entorno ofrece límites, estructura y protección, así como la posibilidad de asumir riesgos y afrontar retos.
- Centrarse en las experiencias reales más que en las virtuales para ayudar al niño a formar una relación sana con el mundo.
- Actividades artísticas como la narración de cuentos, la música, el dibujo y la pintura, los juegos rítmicos y el modelado que fomentan el desarrollo saludable de la imaginación y la creatividad.
- Trabajos prácticos significativos, como cocinar, hornear, cultivar el jardín, hacer trabajos manuales y actividades domésticas, que proporcionan oportunidades para desarrollar las capacidades humanas. Aquí se hace hincapié en los procesos de la vida más que en los resultados del aprendizaje.
- Ritmos predecibles a lo largo del día, la semana y el año que proporcionan seguridad y un sentido de las interrelaciones y la integridad de la vida. Las fiestas estacionales y de otro tipo se celebran de acuerdo con el entorno cultural y geográfico.
Reconocemos que el desarrollo saludable del niño se desarrolla más plenamente en el contexto de una comunidad con relaciones sociales sanas entre familias, maestros y niños. En nuestros procesos administrativos, financieros y de dirección, trabajamos en colaboración y no de forma jerárquica. Los programas Steiner/Waldorf para la primera infancia no tienen ánimo de lucro, como expresión de la vida cultural libre, y no se basan en el interés o el beneficio personal. Los educadores Waldorf se esfuerzan por crear este tipo de comunidades conscientes y colaborativas en torno a los niños que tienen a su cargo y ven su actividad como parte de un impulso cultural mundial.
Los miembros del Consejo de IASWECE (educadores y formadores para la educación en 37 países) prepararon esta declaración en la que se describen lo que consideramos que son las características esenciales de un jardín de infancia Waldorf. Esperamos que este documento sea una referencia útil para quienes trabajan en el desarrollo de instituciones y centros Waldorf para la primera infancia en todo el mundo.